Pero ni esta España es como la antígua Atenas, ni estos políticos son como Pericles
Fragmento del Discurso fúnebre de Pericles tal y como lo recogió Tucídides

Nuestra política no copia las leyes de los países vecinos, sino que somos la imagen que otros imitan. Se llama democracia, porque no solo unos pocos sino unos muchos pueden gobernar. Si observamos las leyes, aportan justicia por igual a todos en sus disputas privadas; por el nivel social, el avance en la vida pública depende de la reputación y la capacidad, no estando permitido que las consideraciones de clase interfieran con el mérito. Tampoco la pobreza interfiere, puesto que si un hombre puede servir al estado, no se le rechaza por la oscuridad de su condición.
Fragmento del Discurso fúnebre de Pericles tal y como lo recogió Tucídides