En el Partido Popular desaparecieron millones de euros y sus dirigentes no se enteraron de nada.
Ahora resulta que en el PP nadie sabía nada, ni de sobresueldos, ni de donaciones de empresarios, ni de la adjudicación de contratos públicos a esos empresarios, ni de la doble contabilidad. Únicamente Bárcenas, el extesorero, controlaba y decidía todo, sin supervisiones de ningún tipo ni de ninguna otra persona.
"Nada es verdad, salvo algunas cosas", "no tengo constancia", "no era mi responsabilidad" o "no lo recuerdo", han sido las frases más usuales de los dirigentes del PP en sus declaraciones sobre la financiación ilegal de su partido y el cobro de sobresueldos, en el Congreso, en el juzgado o ante la prensa.
El problema es que unos dirigentes tan desmemoriados como para no recordar lo que sucedía hace poco tiempo en su entorno y tan inútiles como para no enterarse de lo que pasaba con las cuentas de su partido, estén ahora controlando la política y la economía de España. ¡Que Dios nos coja confesados!
Pericles, 15/08/2013
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