
El descrédito que supone para el TC el rechazo a las recusaciones promovidas por la Generalitat y el Parlamento de Cataluña contra su presidente, no ha hecho mella en sus miembros, que han preferido regirse por el corporativismo a mejorar la imagen de la justicia.
Francisco Pérez de los Cobos que, tras conocerse su militancia en el PP, dijo públicamente que no iba a dejar su cargo, quería el apoyo unánime de sus compañeros, pero no lo ha logrado, ya que de los once magistrados, dos votaron en contra.
Otro problema del TC, con Pérez de los Cobos dentro, es que próximamente habrá de resolver la petición de nulidad por el rechazo al amparo que solicitó el exjuez Baltasar Garzón y la recusación presentada por Arnaldo Otegui y otras de Asturias y Andalucía, aún no presentadas.
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