24 sept 2013

Rouco miente: el celibato se instauró en 1139 y hasta mediados del siglo XVI los sacerdotes se podían casar

El prelado español oculta que el propio San Pedro tenía mujer y que San Pablo instaba a los curas a ser buenos maridos

San Pedro y San Pablo

El presidente de la Conferencia Episcopal Española, Antonio María Rouco Varela, ha faltado a la verdad al afirmar que el celibato es una norma de la Iglesia que ha sido reafirmada una y otra vez a lo largo de toda la historia.

Rouco pronunció estas palabras poco después de que el recién nombrado Secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, dejase claro que el celibato obligatorio no es un dogma de fe y puede ser discutido porque es una tradición eclesiástica.

Unas afirmaciones que carecen de rigor histórico, pues no fue hasta los Concilios de Letrán (1123 y 1139), cuando el celibato se convirtió en norma, aunque no de manera estricta. En el Concilio de Trento (1545-1563) se estableció dedefinitivamente tal como se lo conoce hoy.

               Papas casados:
               Simón Pedro (??AC-67), una hija 
               Siricio (384–399)
               Anastasio I (399–401), un hijo
               Félix III (483-492), dos hijos
               Hormisdas (514-523), un hijo 
               Silverio (536-537) 
               Agatón (678-681), una hija
               Adriano II (867-872), una hija
               Juan XVII (??-1003), tres hijos
               Clemente IV (1265-1268), dos hijas
               Honorio IV (1285-1287), dos hijos

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