Ni la crisis, ni la incapacidad para comunicar. Lo que le ha hundido en tiempo récord es su desprecio a los valores que constituyen la esencia de la democracia.

Nadie podía imaginarlo, pero Rajoy es ya un estorbo para su partido, que perderá las próximas elecciones si no consigue echar antes al desgastado presidente con tiempo suficiente para fabricar un nuevo líder que pueda afrontarlas con ciertas garantías.
Los expertos están sorprendidos por la intensidad y la rapidez del desgaste de Rajoy, que ha tardado un año y medio en hundirse, mientras que Zapatero tardó casi siete años.
El mandato del Presidente se percibe como una estafa a los ciudadanos, que han visto como ha tolerado la impunidad de los saqueadores, bendecido la estafa de las preferentes, e ignorado demandas populares tales como el adelgazamiento del Estado y la independencia de la Justicia.
Periodista Digital, 9/08/2013
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