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| Los príncipes, durante la recepción ofrecida en su honor por el embajador de EEUU en España, James Costos, en Beverly Hills |
La puntualidad es obligada en reyes y príncipes. Sin embargo, la impuntualidad del príncipe Felipe y su inefable esposa Letizia, se ha convertido en endémica, como ha quedado patente en uno de los actos programados durante su visita oficial a los Estados Unidos.
El embajador de USA en España, James Costo organizó el viernes en su mansión de Beverly Hills una cena en honor de los príncipes, quienes, con una imperdonable falta de cortesía, llegaron una hora tarde. Ante tal retraso, algunos de los cien invitados, molestos, decidieron marcharse.
La pasada semana, Letizia llegaba también tarde al solemne acto del ingreso en la Real Academia de la escritora Carmen Riera. En Madrid el atasco suele ser un pretexto muy socorrido para justificar tal grosería, pero, en Los Ángeles y en visita oficial, es injustificable ese comportamiento.
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