12 sept 2013

España: reforma o ruptura

En el Gobierno hay voces, como el ministro de Exteriores, José Manuel García Margallo, que defienden abiertamente una reforma constitucional


En un país libre, en Europa, en el siglo XXI, ni las leyes ni los tanques pueden sostener por sí solos un Estado, si sus partes no desean permanecer unidas.

No quisiera vivir en una España sin Catalunya. Creo que ya somos lo bastante irrelevantes en el mundo como para que nos podamos permitir una división y me gustaría que los políticos encontrasen un modelo político federal o confederal que supere a la España de las autonomías y dé encaje a la mayoría de los ciudadanos.

Estoy en contra de la independencia, pero no tengo argumentos democráticos para oponerme al derecho a decidir, ni en Catalunya ni en el Sahara ni en Quebec ni en Euskadi ni en Escocia.

Si España es una democracia, Catalunya será lo que quieran los catalanes. Los de Burgos, como yo, pintamos poco en ese debate, por la misma razón que en el futuro referéndum escocés no van a votar los ingleses.

Ignacio Escolar, eldiario.es, 12/09/2013

Pericles dixit:
La reforma constitucional es inexorablemente necesaria y, más tarde o más temprano, se acabará haciendo. Monarquía, ley de sucesión, de abdicación, replanteamiento de las autonomías, quizá mediante una transformación de España en un estado federal y tantas otras cosas obligan a hacerlas.
Y si la reforma es inevitable, ¿por qué posponerla? Cuanto más se tarde, más complicaciones surgirán para llevarla acabo. En este sentido, la ceguera de Rajoy y Rubalcaba parece no tener límites.
Explicitado esto, no comparto con Ignacio Escolar el que los de Burgos no tengan nada que decir en el debate de la independencia catalana. Por esa regla de tres, un murciano no debe opinar si Cartagena desea convertirse de nuevo en cantón y un madrileño deberá callarse si Navalcarnero plantea su independencia del Estado español.

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